En esta segunda parte seguiremos ahondando en las malas prácticas que afectan la reputación online de los políticos y personajes públicos en las redes sociales.
- Lenguaje poco apropiado. En las redes sociales es recomendable usar siempre un lenguaje cercano y simple, sin tanta palabrería o discurso político. Para muchas personas el lenguaje de un político tiende a ser pedante y poco espontáneo. La gente valora que las personas públicas hablen y emitan comentarios sin enrostrar como primera cosa su cargo. La idea es utilizar las redes sociales para generar empatía y no detractores, afectando la reputación online.
- Promesas de campaña. Dirigirse y crear mensajes en torno a promesas, comenzando frases con las palabras “haré” o “realizaré” aburre a la gente. Los intereses de las personas en las redes sociales se centran en hechos concretos. Si un político desea hacer referencias a su gestión, lo mejor es enfocarse en publicar medidas y hechos que ya se hayan concretado. En vez de gastar tiempo en promesas, lo mejor es emplear estos canales para interactuar con la gente, leer y atender sus dudas, para posteriormente comunicarse con argumentos concretos… ¡no promesas!
- Abanderar la red con colores políticos. Las redes sociales no son el lugar indicado para que un político dé a conocer constantemente su tendencia. Si un político desea posicionarse con buena reputación online, deberá mostrarse en las redes sociales como una persona normal, con opiniones propias y no como un vocero de un partido político. En estos canales la gente valora a cada persona principalmente por su opinión propia, no por su tendencia.